¿Cómo mantener el dormitorio o habitación en perfecto estado?
Después de un ajetreado día de trabajo no hay nada más placentero que regresar a una habitación limpia, ordenada y muy bien ventilada, un espacio que te permita descansar y recobrar las energías para iniciar el próximo día. Sin embargo, muchas veces este deseo es muy complejo de cumplir precisamente por hábitos y mañas adoptadas a las que se le adicionan, si es tu caso, las que tenga tu pareja.
10 consejos para un dormitorio en perfecto estado
No te prometemos mieles en tu relación conyugal si pones en práctica estos sencillos consejos, pero si un cuarto de vista, tacto y olfato más agradable.
- Establecer un cronograma de limpieza, que es muy diferente a uno de orden: Nos referimos a quitar el polvo y el sucio sobre el piso, mobiliarios y objetos. Cambiar las sábanas y cortinas por unas limpias. Una o dos veces por semana estará perfecto.
- Mantener el orden: Esto quiere decir doblar, colgar o guardar la ropa limpia que este apilada quizás en una esquina, ubicar los zapatos en un espacio propicio, llevar las tazas con restos de café, los vasos con agua a la cocina, sacar y acomodar todos los objetos que creías desaparecidos y estaban debajo de la cama…
- Tender la cama. Hicimos un apartado para este aspecto, que pudiese estar incluido en el anterior, pero merece todo este reconocimiento. Acomodar la cama mejora la apariencia de tu habitación en más de un 50 %, tenerla como un nido, destruye el trabajo anterior.
- Evitar el acumulamiento ropa sucia. Otro punto que amerita una mención individual es la cesta de la ropa sucia, porque muchas personas acostumbran a tenerla abarrotada de prendas en el cuarto. Vacíala, cámbiala de lugar o lava la ropa con más frecuencia. Esta práctica garantiza en un amplio porcentaje el olor a limpio en tu habitación.
- Ordenar la repisa. En este mueble es muy común evidenciar desorden. Ocurre generalmente porque en medio de la prisa y ajetreo diario colocamos arbitrariamente cualquier objeto que tengamos a la mano. Este es el hábito más difícil de combatir, amerita de toda nuestra atención para percatarnos cuando le demos el puesto incorrecto a algo y tener el valor de devolverlo a su lugar.
- Retirar toallas húmedas. Evita dejar las toallas húmedas sobre la cama, además de empeorar lo descrito en el punto tres, su olor te resultará desagradable cuando regreses a casa.
- Evitar las migas. No sabemos si lo acostumbres, pero comer en el cuarto, además de atentar con mantener el vínculo familiar de hacerlo con todos en la mesa principal, ocasiona que las hormigas y los roedores ronden con frecuencia la habitación en busca de las migajas.
- Ventilar calzados. Cuando tus zapatos expidan mal olor, déjalos airearse en otro espacio, esto también es aplicable a chaquetas, suéteres…
- Repasar esquinas. Quita de las esquinas, techo, detrás de cuadros y puertas las telarañas, para esto emplea un instrumento apropiado como un escobillón, no la escoba o cepillo para barrer, de cabeza.
- Mantener las paredes en buen estado. Finalmente si la economía lo permite, repara fisuras en la pared, algún deterioro del mobiliario, acaba con el chirrido de la puerta o alguna gotera.
¡Ten, dulces sueños!
Deja una respuesta