Como adulto, y como estás tratando de organizarte, tener hijos problemáticos puede ser un desafío. Este tipo de comportamiento es una forma de desorganización en sí misma, que toma el tiempo y la energía de los padres.
Para muchos, hacer que sus hijos a hagan las tareas, guarden las cosas en los lugares designados, sean respetuosos y civiles puede ser una tarea muy desalentadora. Con tal frustración, algunos padres pueden recurrir a la ira, amenazas e incluso insultos.
La ira puede parecer apropiada a veces, pero si se un padre acaba en un cuadro persistente de resentimiento y negatividad hacia la falta de compromiso por parte de un niño, podría causar daños reales de autoestima al niño. Ninguno de nosotros quiere eso.
Nada alimenta más al desgano y la apatía que el que te hagan sentir acusado e inadecuado. Piensa un momento en algún tiempo en el que te hacían sentir de esa manera. ¿Tenías ganas de mejorar en lo absoluto? Por supuesto que no.
La cooperación alimenta a la organización y la organización al respeto
Crea una atmósfera entusiasta con tus hijos. ¿Cómo hacer eso? Haz que tus hijos se emocionen con las recompensas que obtendrán si limpian sus habitaciones, mantener la casa ordenada y hacer sus tareas. Hazles saber que son apreciados y como una familia es una unidad de cooperación para la supervivencia de todos. Lleva a este tipo de pensamiento a través de ellos de distintas maneras. Ellos se sentirán más amados y miembros valiosos de la familia. Enséñales a ganar su lugar al ser parte contribuyente de él.
¿Cuál es el primer paso?
Utiliza un sistema de control eficaz con premio y alabanzas, lo que es muy preciso y fiable para todos los involucrados.
Diseña un sistema de puntos que se sume a una mesada lo que permitirá a los niños gastar su dinero de la manera que quieran. ¡A ellos les encanta esto! ¡Y los motiva! Si ellos quieren un viaje a la pista de patinaje o alguna nueva posesión que sea realmente importante para ellos, saben que obtenerla estará desarrollado directamente a sus esfuerzos. Esto les enseña el valor de sus esfuerzos.
Sé alentador. No los hagas sentir mal si no hacen las cosas bien, pero cuando lo hagan quítales algunos puntos de recompensa. Hazles saber que siempre habrá una próxima vez, y hazles saber que pueden hacerlo mejor, pero no permitas que te persuadan. Tiene que ser tan real como si se tratara de un trabajo real y se les pagara por su producción. Las normas acordadas tienen que mantenerse, independientemente de todo, ellos tienen que saber que eres firme. Tiene que afectar directamente a lo que ellos consideran importante para ellos y en la forma en que se ven directamente afectados por eso.
Las familias adineradas y sus hijos tienen mucho – ¡Demasiado! Todo lo obtienen sin ningún esfuerzo de su parte, y no tienen algo que ganar. Ellos sólo toman todo por sentado. Asegúrate de ofrecerles incentivos que sean particularmente importantes para ellos y que aprendan la lección de que: participación es igual a recompensa.
Las tareas para ganar recompensas pueden cambiar, semana a semana, y con varios niños. El ganador (quien tenga más puntos) puede elegir sus tareas preferidas y el que obtenga menos puntos consigue los que quedan. Haz que sea un enfoque realista para cada niño de acuerdo a la edad y capacidad. Así, cada uno tendrá su oportunidad justa de ganar.
Consulta los intereses de tu hijo para obtener un mejor resultado.
¿Tienen sus propias razones e incentivos para mantener a sus habitaciones y las áreas de juego limpias? Habla de ello con ellos; pídeles ejemplos de cómo podría ser más significativo para. Guíalos lentamente a descubrir por sí mismos las razones para mantener la sala limpia, tendrá mejores resultados para ellos.
Personaliza. Personaliza. Personaliza.
Si quieren ganar algunos puntos extras para ganar algo especial o para ponerse al día si van “perdiendo”, ten unos trabajos extras disponibles por encima y más allá del llamado del deber. Esto los ayudará a ganarlos, pueden hacerse cargo de una de las tareas de los padres por un tiempo o hacer un proyecto especial para el hogar y la familia. Haz que todo sea personal para tu hijo. Ellos crecerán y tu verás lo 0muy organizados que se convertirán.
Criar a los hijos es un trabajo muy duro. Incluso los milagros pueden ocurrir cuando se tiene la actitud correcta, buena comunicación y un buen sistema. Haz que tu hijo te respete para ganártelos y tendrás un hogar naturalmente organizado.
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