
“Piensa con eficiencia” es algo que siempre nos dicen a aquellos que solemos tener problemas para darnos a entender en nuestros trabajos o espacios personales.
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Pero ¿cómo lograrlo? Bueno, primero, debes empezar por entender por qué no logras ni actuar ni pensar con la eficiencia y cómo esto trae consecuencias a tu vida. Presta atención.
¿Por qué no logramos pensar y actuar con eficiencia?
- Tus ideas están dispersas: cuando explicas una idea ¿pasas de hablar de economía a cómo van tus hijos a la escuela? Si la intensión es “actúa y piensa con eficiencia” desviarnos del tema principal es un problema
- Las prioridades: no sabes distinguir de lo que quieres hacer de lo que debes hacer primero. Esto siempre te mantiene disperso y atrasado en todo.
- El tiempo: es posible que dediques veinte minutos a trabajar y 5 horas a divertirte. Así es imposible que pienses y actúes con eficiencia.
Estos son los factores que más comúnmente impiden nuestro “actúa y piensa con eficiencia”. Ahora, te daremos algunos tips para que dejes esto atrás y definitivamente comiences a triunfar en cualquier ámbito que te propongas.
¿No te entienden? Actúa y piensa con eficiencia
Ordena tus ideas.

Ve de lo macro a lo micro o viceversa, pero nunca te salgas del tema que vas a explicar a tus amigos, empleados o colegas.
Usa un recurso.
Piensa con eficiencia y para ello debes tener siempre a mano algún recurso que te permita no sólo explicar de forma visual y física tus ideas, sino mantenerlas en su sitio.
Practica en voz alta.
¿Te surge una idea? Piensa con eficiencia y comienza a repetir una y otra vez la idea y el cómo alcanzarla. Piensa en los pros y los contras y sólo cuando ya lo hayas practicado varias veces ¡atrévete a contarlo!

Marca tus prioridades.
Para pensar con eficiencia lo primero que debes hacer es establecer prioridades. Por ejemplo, no es sólo colocar una cierta cantidad de dinero para iniciar un negocio, es conseguirlo y si se pide un préstamo es pensar en cómo cancelarlo.
Las prioridades que tengas influirán no sólo en tu pensamiento, sino en la eficiencia de las acciones que cometas siguiéndolos.
Establece horarios.
No te enfoques en un solo tema. Organízate. Para ello, establece horarios para pensar, para trabajar e imponte tiempos: te ayudará a ser cada vez más rápido en pensamientos y esto te hará más eficiente.
Haz una lista.
Piensa con eficiencia y elabora una lista donde estén todas tus prioridades y las tareas que necesitas realizar. Allí podrás identificar qué has logrado y qué te falta.
Investiga.
Si quieres pensar mejor, debes educarte mejor. Por ello, debes leer tanto de lo que quieres llevar a cabo (por ejemplo, comprar y poner a funcionar una heladería) como de cultura general.

Recuerda que la educación es capaz de definir el futuro de un individuo. Así que siempre actualízate de los temas que te interesen y en los que quieras incursionar.
Pregunta a las personas que te rodean.
“Piensa con eficiencia” es más que simplemente ordenar tus ideas, es también verificar qué tanto de ellas ha llegado de la forma correcta a las cabezas de quienes te rodean.
Así que pregunta: créete profesor y siempre comprueba que aquello que dices haya sido entendido por quienes te rodean. De esta forma no sólo pensarás eficientemente tú ¡sino quienes te rodean!

¡Y hemos llegado al final! ¿Qué te ha parecido? ¿Conoces algún otro tip para pensar con más eficiencia y obtener los resultados que tanto anhelas? Entonces ¡déjanoslo en los comentarios!
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