¿Cómo deshacerte de tanta ropa en tu closet?
Comprar ropa resulta una fascinación en la vida de toda mujer y más luego de una temporada de estrés, esta actividad causa un efecto relajante. Para muchas mujeres es un hábito de consumo que le provee libertad, estar a la moda, belleza y sobretodo estatus social.
Vamos a dar un repaso a dos curiosas conductas que diagnostican que comprar ropa es para ti más que una necesidad, por qué a la larga puede representar un problema y cómo aprender a vivir con menos prendas te puede dar más independencia.
Conducta #1
¿Vives en Latinoamérica? Sí, pero no “tropicalizas” tus comportamientos. Por ejemplo en el sur, exceptuando algunas naciones y zonas de otras 2 regiones más, el resto a duras penas vive con dos periodos: el seco y lluvioso, a veces “el inundado y con barro” estos últimos cuando colapsan los servicios.
El punto es que no es tu caso y seguro mueres por una bufanda, un abrigo de piel o ese estilo esquimal, algo peludo, cuando están en oferta. Déjaselo a ellas aquí y por allá a las europeas, lo tuyo es el caribe con su iracundo sol.
Conducta #2
¿Has hecho de Facebook una red social que condena la exhibición de prendas repetidas? Tu adolescente te suele decir “ese vestido ya me lo vieron”. Además de fomentar la vanidad a temprana edad, ambos armarios están seguros apiñados de ropa y ella sube y sube selfie con cada muda y su boca “cara de pato”, color carmesí.
Estas y otras más pueden acarrear un presupuesto desajustado, más ropa que lavar, colgar, doblar y planchar, además de pérdida de tiempo en las mañanas al salir a trabajar en busca de las exigentes combinaciones.
¿Cómo deshacerte de todas esas prendas?
Revisa tu armario:
Mira el closet, descuelga toda la ropa y clasifícala por la que usas con más frecuencia. Las prendas que no usas desde hace más de tres meses difícilmente lo harás en los siguientes. Pruébatela y dile adiós a la que no te quede, uses, esté vieja o rota.
Deja lo básico:
Que nunca te falten los clásicos pantalones y camisas mangas largas en colores negro y blanco, unos buenos blue jeans, un abrigo, una chaqueta y una camiseta. El resto a tu gusto, comodidad y preferencia.
Aprende a usar uniforme:
Si trabajas en una empresa y establecen el uso de uno pues es fantástico, así ensucias menos ropa en la semana.
Regala o dona lo que ya no uses:
Piensa un poco… mientras tu armario está lleno de ropa que no utilizas, otros ni armario tienen para llenar. ¿Qué tal si les brindas un poquito de calor, protección y comodidad?
Aprende a soltar:
Dile adiós al apego, ansiedad, miedo y desconfianza al futuro. Muchas veces no nos deshacemos de la ropa que no usamos porque creemos que la podemos necesitar en algún momento… el trasfondo es ¿crees que no contarás con los recursos, tus habilidades, el amparo de Dios y sus oportunidades para poderla comprar? Aprende a confiar.
Y tú, ¿qué otros trucos sugieres para deshacerte de ropa?
Cuéntanos, deja tu comentario debajo.
Al menos no soy la unica jaja, yo he optado por venderla en grupos locales de Facebook a precios muy bajos y con eso comprar ropa que me guste.