Seamos sinceros: una oficina en completo orden no significa otra cosa que un trabajador eficiente y que es capaz de trabajar como una máquina nueva recién engrasada.
Todo está en su sitio, a la mano: con los ojos cerrados se puede trabajar en un sitio así. Es el sueño de todo oficinista, pero quienes hemos estado ahí sabemos que es muy difícil mantenerlo así más allá del primer día.
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Gestiona tu tiempo y deja de correr todo el día
Por eso te traemos prácticos que si pones en marcha te aseguramos que te convertirás en la envidia de todos tus compañeros o empleados ¡empecemos!
Mantener el orden de tu oficina ¡consejos prácticos!
1# ¡Sólo lo imprescindible!
Es la principal regla principal, todo aquello que estorbe y que no sea necesario debe irse. Esto te permitirá darle amplitud a tu sitio de trabajo y a tu escritorio, cosa fundamental si no dispones de demasiado espacio.

2# Ordena con sentido.
Suena extraño ¿verdad? Pero es lo mejor. No ordenes por mantener todo en un sitio, sino hazlo cómo realmente eres tú. Es decir, no pongas los papeles más importantes archivados en la esquina más lejana: sino lo más cerca de ti posible.
Es decir: ordena según tus necesidades y gustos del trabajo, así no sólo tendrás todo a la mano y podrás hallarlo con los ojos cerrados; será imposible que olvides dónde has puesto cada vez que termines de ordenar.
3# La ubicación de los muebles.
Úsalos, no están de adorno y sino tienes es momento de solicitarlos, en especial si en tu oficina se suelen archivar papeles. Y una vez los tengas, ubícalos de tal forma que hagan armonía con la estética de tu oficina, pero que sean funcionales para ti.
Una buena forma es dejar el archivador, por ejemplo, para los documentos importantes, los estantes para los libros o leyes que necesites y así.
4# Tu mesa ordenada.
¿Por qué? Simple: cualquiera que vaya a tu oficina en lo primero que se va a fijar es en tu escritorio. Sí éste no está bien ordenado es probable que aunque el resto de la oficina esté en comunión con el universo tu oficina se vea desordenada.
Una forma de mantener el orden es usar recipientes, envases o hasta cajas de regalos para almacenar los bolígrafos y rotuladores, que suelen ser los que más problemas nos causan.

5# Los archivadores.
Límpialos una vez al mes porque, de hecho, tendemos a acumular documentos innecesarios y esto nos impide que los archivadores tengan siempre a la mano aquellos que realmente valen la pena.
Pero ¿por qué pasa esto? Simple, una vez el documento ingresa al archivador se pierde de nuestra vista, así ¡revisa y haz una limpieza general una vez al mes de todos los documentos! Verás como hasta el ambiente de tu oficina se aligera drásticamente.
6# Cualquier excusa es buena.
¿Van a pintar tu oficina? ¡Ordénala! ¿van a darte un nuevo escritorio? ¡Haz más espacio! El caso es que cualquier excusa es buena para que tu mirada haga una supervisión del orden o desorden de tu oficina y vuelva a poner todo en su lugar.
Recuerda que ordenar no es cosa de un día o de dos.

7# Papelera.
Sí, este es un punto importante.
¿Sabes qué se genera en una oficina ordenada y en una desordenada? ¡Basura! Pero ¿sabes cuál es la diferencia? Que en la oficina ordenada la papelera pocas veces está rebosada y en una desordenada cualquier superficie de convierte en una papelera.

Así que asegúrate de que tengas una papelera y además, no olvides vaciarla con frecuencia para que no tengas que usar otras superficies para colocar cosas que no necesitas.
¡Y hemos acabado! ¿qué te ha parecido? Así que cuéntanos ¿cuál de estos consejos prácticos podrás en practica primero?
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