¿Quieres realizar un cambio en tu estilo de organización?
¡Busquemos un buen propósito que motive tu cambio! ¿Sabías que ordenar es motivador?
Ser más organizados y productivos nos da claridad mental, y este es el trampolín para una nuevo estilo. Con claridad tenemos el terreno listo para generar mejores ideas para nuestra vida, en todas las áreas.
Hoy te compartimos una entrevista con un profesional que nos cuenta por qué ordenar levanta la moral.
¡Queremos que tu día sea más feliz y más productivo!
¿Por qué ordenar levanta la moral?
Ya sea el pequeño orden cotidiano o la gran limpieza en primavera, ordenar también levantaría nuestra moral. Patrick Estrade, psicólogo y psicoterapeuta, nos explica por qué…
Côté Maison: ¿Por qué ordenar nos aportaría bienestar?
Patrick Estrade: Todos hemos pasado algún día por la experiencia… después de haber ordenado, es como respirar aire puro. Aun si no nos gusta estar en un entorno aséptico, ordenado al extremo, se necesita tener un campo visual que nos permita estar en armonía con el entorno en el cual estamos. Ordenar nos permite aclarar nuestro territorio, nuestro entorno. Se vuelve todo a cero y uno está listo para empezar con un impulso renovado, nuestros nuevos proyectos.
PA : Yo creo que el desorden equivale al subterritorio. Puede ser el sótano o el granero, lugares con insectos y arañas… En cierta forma el desorden se asemeja al revoltijo, a lo inquietante, a lo infernal. Lo imaginamos como algo caliente, bullicioso, etc. Mientras que el cielo es tranquilo, espacioso, ordenado. Las cosas ordenadas y armoniosas son símbolo de pureza. En nuestro inconsciente, el desorden se asocia al pecado, a lo oscuro, a la culpa.
CM: ¿Es más fácil mantener el orden que generar desorden?
PE: El desorden es compañía. Si un objeto está tirado en el suelo, cada vez que paso delante de él, es como si dijera « cucú », y yo le digo « sí, ya sé que estás ahí ». Al cabo de un momento, a fuerza de reencontrármelo a cada momento y de recordarme su presencia, lo empujo un poco con el pie, me molesta. Comienzo a tener una relación con el objeto que no está en su lugar. Si uno multiplica los objetos, multiplica los «cucús». ¡Es demasiado!
Ordenar y clasificar, es también volver a dar un orden de preferencia a los objetos. Algunos nos aportan más que otros. Mi lámpara que quiero me aporta más que mis archivos apoyados en el piso. Si yo ordeno, estaría contento de resaltar aquellos objetos que amo.
CM: ¿Por qué nos somos todos iguales frente al orden y al desorden?
PE: La extrema limpieza, orden, que llamamos manía, está ligada a los rasgos del carácter. Hay una relación entre la manía y la paranoia, con grados diferentes. Si usted viene a mi casa y veo que limpia sus pies sobre el felpudo, es una cosa. Si veo que usted se saca sus zapatos, es un poco fuerte. Ahora, si yo le digo que sería mejor que se fijara bien por dónde camina porque lo lleva a todos lados o que usted camina a propósito en el barro antes de dejarla en mi casa, es peor. Extrema limpieza o extremo desorden, es también cuestión de personalidad.
Del libro “La casa en el diván” de Patrick Estrade.
Fuente: Mathilde Dugueyt en CoteMaison.fr ~ Tr. Organizarte Magazine.
Imagen: Teegardin – Flickr
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¿Cómo impacta en tu vida el orden o el desorden de tu ambiente personal o laboral? Dejanos tus comentarios debajo. ¡Nos gusta leer tus tips!
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