
El corazón es el órgano encargado de bombear sangre para que nuestro cuerpo funcione, no pesa más de 250 gr y es del tamaño de un puño. Si es cierto que casi todos nuestros órganos son vitales, el corazón es el principal. Seguro ya tendrás clara esa información desde la niñez, pero nunca está de más recordar algunas características.
Por ejemplo, para comprender el sistema cardiovascular, es necesario saber que existen cuatro válvulas cardíacas que controlan la distribución de la sangre. El funcionamiento perfecto del corazón y sus válvulas son esenciales para el organismo.
Existen formas y hábitos que nos asegurarán la salud cardiovascular. Sin embargo, recuerda que cada cuerpo es distinto, cada organismo tiene diversas necesidades. Así que, si sufres de alguna patología cardiovascular o lo sospechas, lo más responsable y elemental será acudir al médico. Solo este sabrá cuál es el diagnóstico y tratamiento.
Ya teniendo claro que los chequeos médicos es algo que no puedes saltarte, queremos proponerte algunos hábitos que podrías aplicar en tu estilo de vida, unos que tu corazón agradecerá. Estos consejos puedes aplicarlos poco a poco, si eres una persona a la que le importa su organismo. En el caso de niños, embarazadas y adultos mayores, no son recomendables ya que estos necesitan la supervisión médica.
1. Una alimentación balanceada
Todos sabemos que una alimentación balanceada asegura que tu cuerpo funcione de la forma correcta, y que esta influye tanto física como mentalmente. Pero queremos mostrarte algunos alimentos específicos que agradecerá tu corazón: uno de esos es el tomate porque contiene “licopeno”, una sustancia química propia de los vegetales rojos y que fortalece el sistema cardiovascular.
Ahora, veamos otros alimentos que podrías sumar a tu dieta: frutos secos, en especial las nueces por aportar fibratos; frutas por su poder antioxidante y aceites vegetales como el de oliva o almendras. También te beneficiarán los cereales y semillas como la quínoa, chía y linaza. El aguacate por ser rico en vitamina E y ácido fólico, entre otros.
Regresemos al punto de las frutas. Agregarlas a tu dieta diaria, al menos dos o tres porciones, será beneficioso para la salud cardiovascular. Y cuando estas están secas o deshidratadas, se potencian todos sus nutrientes. Por eso, si consumes tomates deshidratados, por ejemplo, será mucho mejor para el organismo.
2. Actividades físicas y deportes
Las actividades físicas y su intensidad variarán por las condiciones de tu cuerpo y tu edad. Pero en general, practicar algún deporte o realizar actividades como: yoga, acroyoga, natación, danza y hasta una simple caminata diaria, mantendrá una buena salud cardiovascular. No es necesario apuntarte a un gimnasio, solo evita el sedentarismo e intenta mantener tu cuerpo en movimiento.
3. Regular el consumo de licor
Sí, la media copa de vino al día no te dañará o perjudicará. La parte negativa aparece cuando no nos tomamos la media copa, sino dos y hasta tres al día. Y, en peores casos, cuando consumimos alcohol a diario. Eso desgastará tu cuerpo en general, afectará al hígado y a tu corazón. ¡Todo con moderación!
4. Cuidar tu salud mental
¿Cuántas veces has escuchado, lamentablemente, que alguien ha sufrido un infarto debido a un momento de estrés desbordado? Es terrible, sí. Por eso es necesario que dediques un poco de tu tiempo al mindfulness, a la meditación, a darte la oportunidad de realizar actividades que te alegren, dejar de exigirte tanto, evitar el perfeccionismo y dormir mejor. Cada uno de esos hábitos cuidarán tu salud mental y la de tu corazón.
5. Controlar el peso
La obesidad es una patología que afecta a millones de personas en el mundo. Se debe a varios factores: desde una disposición genética, la dieta y hasta el estilo de vida que llevas. Si sufres de obesidad, la posibilidad del deterioro cardiovascular se incrementa. Ahora, el otro extremo, como las patologías de desnutrición causadas, en el mayor de los casos, por desórdenes alimenticios, también debilitan el corazón hasta llegar a escenarios fatales como un infarto.
6. Eliminar el consumo de tabaco
El tabaco sí que es horrible sin importar dónde lo pongas. La nicotina, una de sus sustancias tóxicas (porque son varias) afecta de manera atroz a tu salud. De hecho, si paras de fumar, tu cuerpo necesitará al menos de siete años para desechar todo lo tóxico del tabaco. Fumar es una de las causas más frecuentes en el desarrollo de patologías cardíacas. ¡Entonces, nunca es tarde para dejarlo!
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