Cuando somos responsables del control y la custodia de numerosos papeles, estos parecieran cobrar vida ante nuestra desatenta mirada.
Juramos que dejamos la factura impaga de la luz sobre la mesita de café, y luego de buscarla por horas y horas, gruñendo y amenazando a nuestro paso, terminamos por encontrarla entre las hojas del libro que estamos leyendo.
En este artículo, aprenderemos cómo organizarlos para no volver a extraviarlos jamás.
En primerísimo lugar, debemos conseguir algo que no se compra: disposición. Debemos crearnos un hábito de seguir el sistema que veremos aquí, y no romperlo ni un solo día. Cuando hayamos fijado nuestra mente en hacerlo, comenzaremos con este truco práctico.
En una librería o comercio podremos conseguir libros o carpetas foliadas o sectorizadas (las que parecen un acordeón en su interior). Si nos resultaran poco económicas, o bien si no encontráramos con facilidad, bien podemos recurrir a cajas o bolsas de papel, en la cantidad en la que necesitemos.
Determinaremos un lugar en nuestro hogar para ubicar estas carpetas, cajas o bolsas. Puede ser cualquier lugar, aunque hay que escoger sabiamente: una vez ubicados los contenedores, no deben ser movidos. Esto nos permitirá saber que los papeles siempre estarán allí, y es el por qué de la necesidad de crear una disciplina estricta con ello.
En uno de los espacios o cajas colocaremos todas aquellas facturas impagas, y etiquetaremos al contenedor como «para pagar«. En otro, ubicaremos las facturas ya pagadas, y lo etiquetaremos. Y podemos disponer de uno o más contenedores extra, destinados a preservar todos aquellos papeles que deseemos conservar sin perder: folletos, menúes del delivery, invitaciones a eventos, y más.
Tener contenedores bien etiquetados nos permitirá, además, hacer un uso eficiente de nuestro tiempo. Una vez que tengamos formado el hábito de la colocación de los papeles en sus cajas o folios correspondientes, no volveremos a extraviarlos, y tan sólo necesitamos de un segundo para leer la etiqueta adecuada y ubicar aquella factura impaga, el número de teléfono de la heladería, o el folleto de la academia de danzas que recibimos hace algunos meses.
Fuente: ComohacerparaFoto: Flickr
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