
Desconectar del trabajo no es algo fácil. Nos acostumbramos a una rutina completa de esfuerzos y concentración durante más de 8 horas. Nos exigimos a nosotros mismos a hacerlo todo bien, a estar atentos y en continua alerta y a tener el celular siempre a mano.
Cuántas veces te quedas después de hora en el trabajo, o te llevas trabajo a casa, sigues con el teléfono y los grupos de whatsapp de trabajo fuera del horario. Eso va más allá de la responsabilidad y el entusiasmo. Los excesos sabemos que no son buenos y a la larga nos terminan perjudicando. Le estás quitando tiempo a tu tiempo libre, tiempo de esparcimiento, de familia, de descanso.
Es hora de saber frenar y poder desconectar del trabajo, y te ayudaremos con estas claves para que lo logres.

Lo primero a hacer es planificar nuestra rutina de trabajo, establecer objetivos laborales diarios, organizarnos, qué tarea realizamos antes y cuál después. Darle prioridad a lo importante, para que no se transforme en urgente. El dedicarle tiempo a una actividad que es importante en las primeras horas del día, y realizarla te llevará a estar mas tranquila y a dedicarte al resto de las tareas laborales. No dejes algo que es importante de realizar para las últimas horas de la jornada. Nunca sabes las complicaciones que pueden surgir, establecer plazos y utilizar una agenda puede ayudarnos a utilizar mejor el tiempo.
Realizar actividades extralaborales, como ser practicar algún deporte, dedicarte a pintar, aprender algún idioma, buscar algo que nos lleve a tener la cabeza y la energía puesta en otro lugar, en algo que nos guste y nos de placer.
Al llegar a casa, silencia tu grupo de whatsapp del trabajo, evita seguir pegado a temas laborales, no transformes el trabajo en tu vida. El trabajo es parte de la vida, pero enfocarnos solo en lo laboral es desgastante y trae complicaciones en la salud. Es importante que nosotros mismos respetemos nuestros momentos de descanso. Apagar o mantener en silencio el teléfono de la empresa durante el fin de semana y por la noche es una buena forma de empezar.

Enfoca tu atención hacia algo placentero como puede ser un libro, escuchar música, compartir momentos con amigos, mirar una serie son algunas formas de distracción para desconectarte progresivamente y reducir el estrés.
Reúnete con tus seres queridos, familiares, amigos, no importa donde ni el motivo. Seguramente les pase lo mismo que a ti, y les hará bien desconectar de lo laboral para conversar, reír y hablar de otros temas, cenar, juntarse en un parque. Cualquier motivo es bueno y se disfruta de otra manera.
Cuéntanos qué otras claves tienes para lograr desconectar del trabajo, ¿logras hacerlo cuando llegas a casa?
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