
Con cada cambio de estación, llega el momento de guardar colchas, frazadas y todo eso que nos abrigó en invierno, optimiza el espacio en tu placard y dejá las prendas en perfectas condiciones para la próxima temporada.
Guardar la ropa de cama puede parecer simple, pero en realidad no lo es. Son generalmente cosas muy voluminosas y es posible que te quiten mucho espacio. ¡No desesperes! A continuación, te contamos cómo guardar colchas, frazadas y mantas de manera segura.
Antes de guardar la ropa, es muy importante que esté limpia para eliminar cualquier partícula de suciedad y de polvo que con el tiempo pueden llegar a manchar las telas.
- Lo primero que debemos hacer es lavar con un buen jabón. En el lavado no utilices agua muy caliente pues debilita las fibras, lo mejor es utilizar agua fría o tibia. Para el secado al aire libre, lo mejor es que no le de directamente el sol ya que puede causar decoloración de las prendas, mejor siempre secarlo a media sombra. Y si lo haces con secarropas, apenas saques la ropa te recomendamos doblarla y estirarla con la mano para quitar las arrugas más grandes.

- Una vez que está limpia, asegúrate de que esté bien seca antes de guardarlas, ya que si la guardas con algo de humedad puede favorecer la aparición de hongos.
- Con la prenda bien seca, la doblas y una opción es guardarlas en bolsas herméticas de plástico para prevenirlas del polvo y los insectos. Si tienes la bolsa de origen mucho mejor, si bien a veces no somos de guardar estas cosas, por tener poco espacio, lo mejor es que por la calidad y cierre de las mismas, las guardemos. Estas bolsas son además de fuertes y resistentes, son ideales para todo tipo de guardado.

De esta forma, ya están listas para guardarlas, ya sea debajo de la cama o en un armario. La manera adecuada de guardar las colchas, frazadas o mantas en poco espacio es un paso importante en el almacenamiento porque una frazada doblada correctamente ocupará mucho menos espacio.
Una mejor opción es enrollar la ropa de cama hasta formar una bola y atarla con una tira de tela o cinta, sin presionar demasiado para que no se dañe la tela. Esta opción es ideal porque las mantas son más accesibles y no se aplastarán por el peso de otras colchas. Puedes almacenarlas de de manera vertical, para evitar la compresión, ya sea en el placard, o en el fondo del vestidor.
Recuerda siempre almacenar las bolsas en un lugar seco, previamente desinfectado, fresco y oscuro para que la luz no dañe o decolore las mantas

- Puedes etiquetar las bolsas, esto hará que para la próxima temporada localizarlas más rápido y se verá todo más ordenado y prolijo.
- Otra idea es que puedes llevarlas para que las limpien y te las den listas para guardado en una lavandería, te aseguras de que tu prenda pasó por todo el proceso de lavado y secado apropiado y especializado para ello. Tambien les puedes pedir que ya te la preparen para guardado con la bolsa cerrada al vacío.
Cuéntanos tus secretos de guardado, ¡nos encanta leer tus tips!
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